Entre una cosa y otra ya casi estamos a mediados de mayo lo que significa que a estas alturas ya tendría que estar casi todo plantado en el huerto, si ( como a mí ) os ha pillado el toro un poquillo, no os desanimeis que todavía estamos a tiempo de tener una bonita y provechosa huerta.
Siempre existe la posibilidad de comprar la plantita y transplantarla , lo que acelera bastante el proceso, pero es muy útil e interesante aprender a sembrar nosotros mismos y guardar de un año para el otro las semillas nuevas
Es un recurso económico y ala vez seguro, ya que "conocemos " a la planta madre, sabemos en que tierra se nutrió y que se utilizó (o mejor que NO se utilizó) para cuidarla y fertilizarla.
Si queremos una huerta totalmente orgánica y natural vale la pena invertir en semillas de procedencia ecológica certificada o adquirirlas por medio de conocidos de confianza.
Como decía, aún estamos a tiempo de seguir plantando en nuestra huerta y sacarle el mayor rendimiento posible. En nuestro caso, después de los guisantes y las fresas, hemos plantado ( por el momento ) calabacines, lechugas, habas, y zanahorias.
A los que seguirán en estos días venideros puerros, judías (la variedad para consumir la vaina), pepinos y un poco más tarde pimientos y tomates.
Para no liarnos mucho explico como procedemos sólo con lo que ya está plantado en estos momentos.
Calabacines:
La siembre se efectuaría entre mediados de primavera y principios de verano, se transplantan al exterior cuándo se hayan pasado las heladas (aunque con este loco tiempo gallego nunca se sabe, crucemos los dedos...) Hay que plantarlos muy separados ( unos 60 cm) unos de otros por que se expanden mucho y podrían taparse entre sí. Necesitan riego abundante sobre todo al dar los primeros frutos, se puede acolchar con paja si se quiere para retener bien la humedad ( a parte de ser efectivo contra caracoles y babosas) el calabacín es muy fructífero y se puede consumir pequeño y tierno o dejarlos crecer ( con los grandes se hacen muy buenos purés) hasta las flores del calabacín son comestibles¡¡¡¡
Lechugas:
Con las lechugas lo mejor es realizar siembras escalonadas, por que si se plantan muchas a la vez, lo más fácil es que terminen por perderse o que se las coman las babosas, es más sencillo plantar un puñadito (depende de cuántos seamos y cuánto nos gusten, ¡eso, por supuesto!) y tener a la vez en un invernadero o protegidas por una estructura de plástico, un semillerito con más lechuguitas puestas a germinar, así vamos consumiendo y plantando consecutivamente a lo largo de la temporada y disfrutaremos de ensaladas siempre bien fresquitas. Las lechugas son muy agradecidas, precisan de pocos cuidados y prosperan bien, pero hay que regarlas frecuentemente y protegerlas bien frente a babosas golosas y caracolillos ( viene muy bien trampas cómo botes de cristal con un fondito de mermelada o cerveza enterrados entre lechuga y lechuga )
Habas:
La siembra se puede hacer directamente en exterior hasta mediados de primavera, a unos 3 cm de profundidad y separadas entre sí unos 20 cm más o menos. Se cosechan a partir de principios de verano, tienen que recolectarse cunado aún son jóvenes y tiernas. De riego abundante, les gustan los sitios resguardados del viento y algo sombreados. Fertilizar con un fertilizante órganico el suelo antes de la siembra ya que las pequeñas raíces de las plantitas que nacen podrían quemarse a causa de un exceso de minerales. La habas hay que guiarlas a medida que crecen con varas o palos.
Zanahorias:
La variedades tempranas se siembran a finales de invierno y las tardías entre principios de primavera y finales. Como la zanahoria es muy fructífera y se consumen de ella tanto los brotes pequeños como ya el fruto más desarrollado, es muy sencillo y cómodo el método del bancal-semillero, en el cual se siembran directamente e indiscriminadamente en un bancal de tierra las semillas de zanahoria y se van aclareareando las plantas a mediada que crecen consumiendo así las chiquitinas al principio y dejando de paso sitio a las demás para que se vayan poniendo hermosotas y grandes, así se dispone de una cosecha abundante y se ocupa algo menos de espacio.Se pueden ubicar cerca de las cebollas por que el olor de éstas ahuyenta a la llamada "mosca de la zanahoria".
Les gusta el sol y los lugares abiertos y no se deben de regar en exceso, como en el caso de las habas, se fertiliza el suelo antes de sembrarlas.
Y por el momento, eso es todo,seguiremos informando con agarimo.
SAÚDE¡¡¡¡
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