Los productos lavavajillas que se comercializan hoy en día son de los más tóxicos y peligrosos, tanto como por su composición, como por la duración de estos residuos químicos en la vajilla (hacen falta unos diez lavados con productos naturales y agua para neutralizarlos y aún así no se llegan a eliminar del todo)
Resta decir que, además, son productos de uso diario (varias veces al día) y alimentario, con lo cual, nos estamos llevando a la boca algo más que comida.
Existen alternativas naturales y eficazes a base de ingredientes totalmente fiables ( que podríamos incluso ingerir sin intoxicarnos) y fáciles de preparar.
Esta es una de esas alternativas, que acabo de probar hace poco y que me ha encantado por ser sencilla de elaborar y por los buenos resultados.
Lavavajillas casero:
Necesitamos un tarro o botella de cristal con tapa para que se pueda mantener cerrado, arcilla preparada de parafarmacia ( yo he usado arcilla verde) ceniza de madera (de cualquier cocina o estufa de leña ,valdría) romero o lavanda, limón y opcionalmente aceite esencial aromático (de lavanda o de tomillo van bien por su poder antiséptico)
1-Mezclar una parte de arccilla con una parte de ceniza y con infusión de romero o de lavanda hasta formar una pasta lo bastante líquida
2-Añadir el zumo de un limón y unas gotas de aceite esencial
3-Remover, pasar a un tarro limpio y seco y mantenerlo cerrado cuando no se esté usando (una botella con tapón como las de la gaseosa antigua son muy cómodas de utilizar)
Y ya està, ya tenemos un lavavajillas completo y natural. La ceniza y la arcilla quitan la grasa, desinfecta gracias al limón y al poder de las hierbas y encima deja las manos suaves y cuida la piel.
Hay , como este, un montón de opciones para hacer nosotros mismos, sabiendo en todo momento lo que utilizamos, merece la pena probar¡¡
Bikos e apertas¡¡
Fuente: "El botiquín de las hadas" Clara Castelloti, Ediciones Tikal
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