En la Edad media estaba presente en casi todas las recetas y, aunque ya no es tan común, en algunos lugares aún se conserva la tradición de asar las castañas en puestos callejeros, y resulta un placer caminar por la calle con el frío otoñal y oler el rico olor de las castañas asadas. Además, aquí en Galicia, celebramos todos los años los tradicionales Magostos en los que se asan kilos de sabrosas castañas del país y de paso también degustamos algo de vino y terminamos con una Queimada que ayuda a combatir el frío de estos meses.
Ahora que estamos metidos de lleno en la temporada de la castaña, merece la pena, además de consumirla de la manera tradicional (asada) indagar un poco en la infinidad de recetas que existen para disfrutar de este fruto durante todo la temporada.
Ahí van algunas ideas, espero que os gusten:
CASTAÑAS PILADAS: Se limpian 1/2 kg de castañas secas con agua caliente, se echan en una pota con agua, una ramita de canela, las cáscara de un limón, 1/2 kg de azúcar y una pizca de sal. Una vez cocidas se dejan enfríar y se añaden a un recipìente con leche, se sirven frías.
DULCE DE CASTAÑAS: Se elabora un almíbar con azúcar y agua, se pelan las castañas y se ponen a cocer en una olla con abundante agua sin que se lleguen a deshacer, procurando que queden enteras pero cocidas. Se separa del fuego la olla y se van sacando una a una quitándoles la piel que les quede, se les agrega encima el almíbar previamente elaborado. Se dejan cocer junto a éste unos tres cuartos de hora a fuego lento, para que no se peguen. Se dejan enfríar y se sirven, se pueden acompañar con nata montada...mmmmmm
ata outra¡¡¡¡¡
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