Con ganas e imaginación se consiguen bellísimas y acogedoras viviendas (u otras construcciones) integradas con el entorno, respetuosas con el medio ambiente y que cuentan, de manera alternativa, con todas las necesidades básicas cubiertas.
Famoso ya es el caso de Simon Dale, un británico que construyó su propia casa a partir, en su mayoría de los árboles del terreno donde edificó la casita.
Usó, en su mayor parte, piedra,barro y la propia madera. Aisló la vivienda con paja y recicló casi todo el resto de los componentes necesarios de basureros y similares (chatarra, ventanas, plomería,cableado...etc)
La vivienda funciona con energía solar, a través de paneles recibe la energía suficiente para la electricidad doméstica. La principal fuente de calor proviene de una estufa de leña estratégicamente colocada en el centro de la casa, y resolvieron de forma práctica y ecológica el tema de los desechos con lo que es llamado "el water seco" un bidón, en el que a aparte de las deposiciones se van añadiendo paja y cenizas (que neutralizan el olor) y que es perfectamente aprovechable como compostaje para el huerto.
El resultado del proyecto de Simon es una preciosa casita de ensueño, integrada en la naturaleza,autosostenible y además económica (asegura que el precio final no ascendió de los 3500 euros). Un claro ejemplo de que querer es poder y de que existen tantas alternativas como ideas en nuestra cabeza.
Otros ejemplos curiosos de bioconstrucción y autosostenibilidad, son los llamados Tinkler Bubbles. Una comunidad en la que construyen sus viviendas a partir de paja y adobe.
No utilizan combustibles fósiles, si no fuego abierto como principal fuente de calor y energía, y también energías solar y eólica. Los miembros de esta comunidad forman una cooperativa de montes que comparten un terreno de más de 40 héctareas en el que trabajan la tierra para su autoconsumo y venta de excendente, sin utilizar máquinas, sólo valiéndose de herramientas tradicionales y animales de tiro.
Hay otros ejemplos como los de Cae Mabon y Findhorn, comunidades espirituales abiertas a los visitantes, con bioconstrucciones en las que se puede pernoctar y que cuentan con múltiples talleres de interés, entre ellos, meditación, yoga, terapias, cuentacuentos,danza...
Lugares de retiro en parajes de ensueño, en los que además se imparten también clases de construcción sostenible, partiendo de la paja la madera y el barro.
Un caso curioso es el de Woodhouse Wood, una cooperativa que cuenta con 80 hectáreas de bosque nativo de roble, aliso, fresno,abedul,sauce y avellano. Esta cooperativa se encarga de autogestionar el bosque para una cosecha sostenible de la madera, comparten y enseñan los principios básicos para esta sostenibilidad a todo aquel interesado en aprenderlos. Disponen de una choza para las visitas y celebran bellos eventos,donde participan artesanos y artistas que trabajan la madera.
Está claro, con ganas ilusión y los recursos naturales de los que disponemos, podemos vivir natural y satisfactoriamenmte, sin hipotecarse de por vida y gozando de los verdaderos placeres de la vida, los de una existencia sencilla.
Otras construcciones sostenibles:
Saúde¡¡¡¡
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